Hace ocho años que nuestra vida cambió. En el hospital de Jerez de la Frontera, nos hablaron del Chocó. El Chocó es una región de la cosgta pacífica de Colombia. Su capital es Quibdó.Y concimos la penuria en la que se encontraban sus habitantes. Allí todos son morenos (negros de diferentes tonos). La tasa de mortalidad infantil es muy alta. La esperanza de vida de sus habitantes no supera los cincuenta años. La educación es un lujo.
Conocimos que se podía apadrinar algún niño y traerlo a España para darle estudios y unas posibilidades de futuro que no allí no tenían. Siguiendo los pasos que ya habían iniciado otras personas del hospital nosotros también nos sumamos a esta labor. No se trataba de adoptar a nadie sino de acoger para que pudieran estudiar. Cuando fueran mayores de edad los niños volverían a Colombia si lo deseaban.
Hubo dos intentos de apadrinamiento y de traslado a España, pero ambos niños desaparecieron, o dejamos de tener noticias de ellos.
Hace cuatro años vino Jeidy.
Tenía ocho años, muy pequeña para su edad y sin ningún conocimiento escolar. Todo estaba por hacer.
Multitud de recuerdos vienen a mi memoria en este momento.
Ahora estoy con otros dos padrinos españoles en Bogotá. La historia de estos años ha sido apasionante, pero con muchos momentos agridulces. En la mesa de al lado están planeando estrategias y la mesa llena de papeles.
Enhorabuena por el blog, desde que empezaste con toda la narrativa del viaje me has enganchado a leerlo. ¡¡es acojonante!! viendo esto es subrealista el ver aquí que a un niño se le cae el mundo encima cuando no puede tener unas zapatillas de marca de última temporada, o cuando con la nevera y despensa llena de cosas te dicen...es que no me gusta nada de lo que hay!! ¡¡tela del telón!! Un abrazo.
ResponderEliminarHola vivo en Quibdo como puedo contactarte? Muchas gracias
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